ALCATRAZZ – NO PAROLE FROM ROCK ‘N’ ROLL – 1984
Otra gran clásico desempolvado del baúl de los recuerdos. Muchos no saben o pocos son realmente los que sí, que Yngwie Malmsteen fue guitarrista de esta mítica banda pionera del metal neo-clásico y de la que hoy poco se conoce de su existencia (al menos para las nuevas generaciones, pues he conocido a alguno que otro de no tenía ni la más remota idea de que hayan existido), y no es para menos, ya que Alcatrazz solo navegaba en los mares el casi anonimato, a pesar de haber semillero de grandes músicos dioses ahora del metal como el genial Graham Bonnet, a quien hemos visto con bandas como Impellitteri o Rainbow; Jimmy Waldo tecladista del guitarrista Vinnie Vincent; Steve Vai quien reemplazó al año siguiente a Malmsteen, en su momento, el baterista Clive Durr quien después de Iron Maiden, se refugió con ellos tan solo durante una semana, y muchos músicos más que ahora han pasado a ocupar un lugar preponderante dentro de la escena metalera a nivel mundial. La producción del disco es buena, tan solo lo suficiente para apreciar la calidad musical de estos personajes que estoy mencionando, puesto que por tratarse de un sello independiente, no obtuvo la distribución y difusión que debió de requerir a pesar del enorme talento y potencial que sus integrantes mostraban en ese entonces. Este es un detalle sorprendente, pues en realidad, Yngwie Malmsteen jamás sonó de esta forma tan magistral con ninguna otra alineación que haya trabajado con él en su proyecto de solista Rising Force. La potencia de sus solos aunados con la poderosa voz de Graham Bonnet sumado a la bataca de Jan Uvena, el teclado de Jimmy Waldo y el bajo del no menos genial Gary Shea lograron un sonido único que hasta hoy no ha sido igualado por ninguna banda que se aprecie de ser interprete de este difícil género. Los arreglos son impresionantes, los riffs demoniacos de Malmsteen son fieros y aguerridos y ni que decir de los solos, el teclado de Jimmy es genial aunque debió de arriesgarse un poco más pues por momentos sonaba limitado y plano aunque si defendió a la banda, la batería sonaba densa y potente y el bajo también desempeñó un gran papel, dándole a su música un verdadero sentido de heavy metal que hasta hoy después de 25 años nos sigue impresionando. Como dije líneas arriba, es una pena que no hayan tenido la suficiente difusión en su momento y que casi hayan quedado en el olvido, pro que su aporte y su recuerdo siguen vigentes para aquellos fanáticos, que si bien ahora en estos tiempos da bastante trabajo conseguir el material, lo que se conformen con accesarlo por internet (lo que también es muy difícil) o pagar la módica cantidad de 520 pesos mexicanos por traerlo a tu casa en una edición Japonesa. El disco es excelente, nos muestra a Malmsteen desde otra perspectiva y con otro proyecto, que a pesar de lo pobre de la producción el legado de Alcatrazz sigue hasta hoy a puerta viva. El disco contiene 10 canciones de las cuales destacan: “Island in the sun”, “Jet to jet”, “Hiroshima mon amour”, “Incubus”, “Big foot”, “Starcarr lane” y “Suffer me”. El disco salió a la venta el 12 de enero de 1984 bajo el sello independiente de MFN/Grand slamm records.
Calificación: 9 de 10 puntos.
Otra gran clásico desempolvado del baúl de los recuerdos. Muchos no saben o pocos son realmente los que sí, que Yngwie Malmsteen fue guitarrista de esta mítica banda pionera del metal neo-clásico y de la que hoy poco se conoce de su existencia (al menos para las nuevas generaciones, pues he conocido a alguno que otro de no tenía ni la más remota idea de que hayan existido), y no es para menos, ya que Alcatrazz solo navegaba en los mares el casi anonimato, a pesar de haber semillero de grandes músicos dioses ahora del metal como el genial Graham Bonnet, a quien hemos visto con bandas como Impellitteri o Rainbow; Jimmy Waldo tecladista del guitarrista Vinnie Vincent; Steve Vai quien reemplazó al año siguiente a Malmsteen, en su momento, el baterista Clive Durr quien después de Iron Maiden, se refugió con ellos tan solo durante una semana, y muchos músicos más que ahora han pasado a ocupar un lugar preponderante dentro de la escena metalera a nivel mundial. La producción del disco es buena, tan solo lo suficiente para apreciar la calidad musical de estos personajes que estoy mencionando, puesto que por tratarse de un sello independiente, no obtuvo la distribución y difusión que debió de requerir a pesar del enorme talento y potencial que sus integrantes mostraban en ese entonces. Este es un detalle sorprendente, pues en realidad, Yngwie Malmsteen jamás sonó de esta forma tan magistral con ninguna otra alineación que haya trabajado con él en su proyecto de solista Rising Force. La potencia de sus solos aunados con la poderosa voz de Graham Bonnet sumado a la bataca de Jan Uvena, el teclado de Jimmy Waldo y el bajo del no menos genial Gary Shea lograron un sonido único que hasta hoy no ha sido igualado por ninguna banda que se aprecie de ser interprete de este difícil género. Los arreglos son impresionantes, los riffs demoniacos de Malmsteen son fieros y aguerridos y ni que decir de los solos, el teclado de Jimmy es genial aunque debió de arriesgarse un poco más pues por momentos sonaba limitado y plano aunque si defendió a la banda, la batería sonaba densa y potente y el bajo también desempeñó un gran papel, dándole a su música un verdadero sentido de heavy metal que hasta hoy después de 25 años nos sigue impresionando. Como dije líneas arriba, es una pena que no hayan tenido la suficiente difusión en su momento y que casi hayan quedado en el olvido, pro que su aporte y su recuerdo siguen vigentes para aquellos fanáticos, que si bien ahora en estos tiempos da bastante trabajo conseguir el material, lo que se conformen con accesarlo por internet (lo que también es muy difícil) o pagar la módica cantidad de 520 pesos mexicanos por traerlo a tu casa en una edición Japonesa. El disco es excelente, nos muestra a Malmsteen desde otra perspectiva y con otro proyecto, que a pesar de lo pobre de la producción el legado de Alcatrazz sigue hasta hoy a puerta viva. El disco contiene 10 canciones de las cuales destacan: “Island in the sun”, “Jet to jet”, “Hiroshima mon amour”, “Incubus”, “Big foot”, “Starcarr lane” y “Suffer me”. El disco salió a la venta el 12 de enero de 1984 bajo el sello independiente de MFN/Grand slamm records.
Calificación: 9 de 10 puntos.
