domingo, 15 de mayo de 2011

IRON MAIDEN – BRAVE NEW WORLD – 2000




IRON MAIDEN – BRAVE NEW WORLD – 2000



No cabe duda que la fórmula Dickinson – Smith es necesaria para que esta banda funcione o de lo contrario iban a perecer. Luego de la era Bayley, Dickinson y Smith por azares del destino y la nostalgia y presión de los fans y el sello disquero que no iba a permitir desde luego el acabose de Maiden, esta fórmula es re-hecha en este su doceavo trabajo de su carrera y que es considerado un clásico dentro de la historia del metal por significar, primero un reencuentro de más de 8 años y que es bien recibido en los albores, en ese entonces, del nuevo milenio; y segundo, por el camino hacia la evolución que ya en ese entonces les estaba ya haciendo falta a estos señores. Muchos supusimos que Janick Gers iba a ser reemplazado por Smith, pero no fue asi, sino por el contrario tuvieron la “genial” idea de integrar a la banda a un tercer guitarrista y de darle un sonido más reconcentrado a esta banda. Muchos creemos que no necesitan integrarse cual mariachi metalero con tantas guitarras pues parece más rondalla que banda de metal y que rompe también con el acostumbrado esquema de tener a 2 guitarras que es ya un cánon estándar dentro de las formaciones de la mayoría (si no es que de todas) las bandas de metal actuales. Es bien recibida la idea, pero desafortunadamente se desaprovecha mucho dentro de este disco, pues no encontramos los vuelos de guitarra doble que hicieron de las delicias de muchos de nosotros, un abuso de los riffs de guitarra y solos bastante largos y complejos tirando casi a sinfónico – progresivos a una sola voz. Adrian Smith se escucha genial en este trabajo, sus solos de guitarra perfectamente distinguibles no se hacen esperar, pues desde la primera canción de su autoría, se escucha a mi parecer como el mejor tema de este disco y el cual es interpretado magistralmente por Bruce Dickinson que, aunque  es grande como cantante, ya los años le empiezan a pesar. Los riffs de guitarra son muy riterativos y bastante escuetos, el peso creativo sigue recayendo con Janick Gers y Steve Harris y es bastante distante la participación de Adrián Smith y Bruce Dickinson salvo en uno o 2 temas y la ausencia casi total de Dave Murray como compositor, aunque es sorprendente la gran habilidad que posee como guitarrista pues sus solos son bestiales. El disco tiene muchas muestras del Maiden clásico, pero si muchos creímos que volveríamos a escuchar un disco reciclado de sus años mozos de los ochentas o inicios de los noventas hasta antes de la salida de Dickinson…………………………. ¡Qué equivocados estabamos! Por el contrario estamos ante un gran trabajo, buena producción, diseños de arte interior soberbios y una colección de fotos que solo nos hace ver que estos cuates ya están envejeciendo y engordando jajaja y un puñado de excelentes canciones que si no suenan a lo hecho en años anteriores, si nos hacen entre ver que el camino a la evolución es inminente e indetenible. El disco contiene 10 temas de los cuales destacan: “The wicker man”, (definitivamente el mejor tema del CD), “Brave new World”, “The mercenary”, “Out of the silent planet”, “The Nomad” y “The thin line between love and hate”. El único pero es que la mayoría de las canciones son muy largas y eso hace cansado de escuchar el disco el cual dura más de una hora en escucharse así, que hay que tener paciencia. El disco que marcó el regreso de una leyenda y el camino hacia la evolución. Este material salió a la venta el 30 de mayo del año 2000 bajo el sello de EMI records.

Calificación: 8 de 10 puntos.