jueves, 6 de septiembre de 2012

QUEENSRYCHE – OPERATION MINDCRIME – 1988


 
 
QUEENSRYCHE – OPERATION MINDCRIME – 1988

 

Pocos son los discos que pueden darse el lujo de ser llamado verdaderos hitos del metal. El tercer trabajo de Queensryche es uno que puede caer en esa categoría fácilmente por lo que representa para los amantes del metal conceptual y sobre todo, cuando se trata de un material bien producido como puede ser este trabajo. Fue en este año justo en medio de la oleada glam metal de lo ochentas cuando Geoff Tate y compañía sacan a la venta este material que al ser escuchado por mí la primera vez, descubrí una verdadera obra maestra, un disco glorioso en cuanto a su forma, contenido, temática y paradigma metalero, pues jamás se había escuchado tal amalgama de sonidos, son los riffs de guitarra soberbios a cargo de Chris De Garmo y Michael Wilton en las guitarras, la genial voz fuertemente influenciada por Bruce Dickinson, a cargo de Geoff Tate, la potente batería de Scott Rockenfield y el despreciado bajo de Eddie Jackson. Digo despreciado porque en la ecualización de la grabación es un instrumento que se aprecia poco. No me ha quedado claro el porqué. El material de principio a fin narra la historia de una monja que presencia un asesinato a sangre fría de un psicópata adicto a las drogas. En realidad al escuchar el disco, tal parece que estás ante una película, donde las canciones son lo diálogos, con voces, con orquesta, que a pesar de no saber hablar inglés te echa a volar la imaginación y se proyectan en tu mente imágenes que te remontan al escenario planteado y que por momentos te sumerge en él. Es increíble la forma en que fue concebido este trabajo y cuyo parámetro fuera marcado en las bandas posteriores sobre todo de metal progresivo, con tal de contar una historia y hacerlo bien, sólo que Queensryche lo hizo perfecto. La producción es buena, la grabación es lo que no me agradó mucho por que hicieron a un lado el bajo de Jackson, pero por todos los demás elementos, perfectamente bien sincronizados, es como nos damos cuenta de que disco es una verdadera gloria del metal y que merece la pena de ser adquirido para la colección por la importancia que representa para el mundo del metal. La portada es otra cosa que me agrada también. ¿Quién no podría olvidar la calavera amarilla con relámpagos a los lados y por encima de un tumulto? El disco contiene 15 temas entre intro y canciones completas de los cuales destacan: “Revolution calling”, “Breaking the silence”, “I don’t believe in love” y la soberbia y genial “Eyes of a stranger”. El disco se relanzó en 1999 bajo el sello Axe Killer records en edición digipack de dos discos conteniendo en el segundo el EP Queensryche. Se reditó en 2003 bajo el sello de EMI/Capitol records conteniendo dos temas extras número 16 y 17 titulados “The misión” y “My empty room” lo cuales fueron en vivo. También se editó en boxset conteniendo el DVD “Operation: livecrime” (1990) el cual es l concierto más famoso de esto chamacos y en el que tocan todo el disco de principio a fin. Además contiene el CD en audio nada más de este mismo concierto. El disco salió a la venta el 3 de mayo de 1988 bajo el sello de EMI music records.

 

Calificación: 10 de 10 puntos.

miércoles, 5 de septiembre de 2012

BLUE MURDER – 1989

 
 
BLUE MURDER – 1989

 
Tras la salida de Whitesnake del guitarrista y genio musical John Sykes, se empezó a concebir la idea de crear una banda alterna de la cual de dice que se grabó con canciones que Sykes iba a utilizar con Whitesnake y que por orientaciones más comerciales y hacia el glam de David Coverdale, no se concretó. Muchos opinamos que este disco iba a ser el siguiente en la lista e Whitesnake, lo que de haber sido así se hubieran consolidado como una de las bandas más grandes de glam metal de todos los tiempos pues fuera un disco revolucionario y maduro para una banda de este calibre, pues como muchos sabemos, la dirección que estaban tomando en ese entonces con el “Whitesnake” (1987) era muy evidente. Por estas diferencias creativas y de ideas locas y algún que otro altercado con Adrian Vandergerg, Sykes huye y crea un par de años después uno de los discos más icónicos del post glam metal: el trabajo homónimo “Blue Murder”. Un material cargado de matices y sonidos duros y poderosos. Riffs de guitarra contundentes y certeros, diseñados para sacudir los tímpanos de quien se atreviera a escuchar esta joya, que además cuenta con la presencia en los tambores de Carmine Appice, otra leyenda viviente de los tambores, influencia principal de John Bonham y del monstruoso bajista Tony Franklin. Una producción envidiable, teclados perfectamente equilibraos, producción fenomenal… en fin, todos los elementos que hacen de este trabajo una pieza maestra del heavy metal de los ochentas. Claramente escuchamos reminiscencias del sonido “Snake” por tratarse del mismo guitarrista, pero aun hoy me atrevo a decir que fue un colosal error el que Coverdale cometiera al despedir a este chamaco y llevar a su banda a otra parte, pero no importa. Lo único objetable es la voz de Sykes. Para el tipo de canciones que tiene este material, un cantante de la línea de Coverdale, le hubiera funcionado o aun mas loco, de Bruce Dickinson, pero a pesra de su esfuerzo, no logra llenar a sí mismo el nivel interpretativo de los temas que con tanto esfuerzo logró componer. Sin duda este disco es una de las más grandes piezas maestras del metal y que si bien tienes la oportunidad de adquirirlo y si conoces un poco del trabajo de Sykes con Whitesnake, te darás cuenta de que mis palabras no son suficientes para describir esta belleza. El disco contiene 9 temas de los cuales destacan: “Riot”, “Valley of the kings”, “Jelly roll”, “Blue murder” y “Ptolemy”. El disco salió a la venta el 25 de abril de 1989 bajo el sello de Geffen records.

 

Calificación: 9 de 10 puntos.