jueves, 15 de abril de 2010

NEIL TURBIN – THREATCON DELTA – 2003


NEIL TURBIN – THREATCON DELTA – 2003



Único disco grabado a la fecha de este miembro fundador de una de las bandas más trascendentales del mundo del metal y me refiero a los grandes Anthrax. Si bien su partida de la banda solo sirvió para favorecerlos más y permitirles un gran despegue a nivel mundial e histórico cosa que tuvo su altibajo pero esa es otra historia. La curiosidad me comió cuando andando en una tienda de discos ubicada en un centro comercial al norte de la ciudad en la sección de rock alternativo (ya saben que tienda es, al menos los que viven en la blanca Mérida) encontré esta pequeña joya, que si bien no es el disco del año, sí que representa el intento de regreso a los escenarios de uno de los cantantes poco conocidos pero que marcaron el inicio de una época, me refiero al gran Neil Turbin.

Por allá de 1984-85 este personaje abandona Anthrax por diferencias aparentemente musicales (cosa que años más tarde Charlie Benante baterista de Anthrax declarara en la prensa que Neil Turbin no cumplía con las expectativas vocales que la banda necesitaba para su evolución musical, cosa que también sirvió de pretexto para aparentemente expulsar también a Joe Belladonna, a John Bush y a Joe Belladonna nuevamente en el 2005 después de su tan esperada reunión (¿?)) pero que trascendió que no se llevaba del todo bien con el entonces bajista Dan Lilker quien de fuera más tarde a crear Nucklear Assault, otra banda monstruosa de Speed metal y algunas diferencias con Scott Ian fueron lo que también orillaron su salida. Definitivamente me atrevo a decir que en esta época en que Neil Turbin grabó el poco conocido “Fistful of metal” (1984) con Anthrax, se dio el llamado síndrome de Iron Maiden, en donde una situación similar motivó a que Paul Dianno fuera reemplazado por el gran Bruce Dickinson por limitaciones vocales y diferencias musicales y de imagen. Como dice el dicho cada quein busca llevar agua a su molino sin medir a quien perjudican aunque sea a sí mismos. Lamentablemente para Anthrax esta no fue la excepción y es que muchos de nosotros nos preguntamos que hubiera sucedido si Joe Belladonna no hubiera entrado a Anthrax y la verdad amigos lectores, no hay un respuesta concreta aunque sí muchas conjeturas. En esos años de ausencia Neil Turbin se avocó a seguir incursionando en el metal integrándose a algunas bandas pero no lo consiguió, y fue hasta casi 20 años después de su expulsión o salida de Anthrax cuando decidió probar fortuna e integrar por si mismo un proyecto solista denominado inicialmente Deathriders, pero que más tarde solo sería Neil Turbin’s Deathriders y finalmente Neil Turbin. Estoy sorprendido de tener este CD en mis manos adquirido al ridículo precio de 180 pesos y tras darle un par de escuchadas me encuentro con disco bastante bueno. Neil Turbin experimento con un heavy metal muy modernizado con muchos matices referentes a la vieja escuela, puesto que el disco contó con la suficiente producción que justifique una buena capacidad técnica al momento de grabarlo, lo que se traduce en una calidad de grabación bastante pobre y fría, si les puedo decir que el disco tiene mucho que ofrecer, puesto que las ganas que este personaje le metió a su material en solitario justifica los medios. Las canciones son muy diferentes entre sí, son metaleras pero muy distintas entre sí, puesto que por momentos hay guitarras de 7 cuerdas, afinaciones bajas, con tintes medio Aggro y a veces medio power y a veces 100% heavy de la vieja escuela, donde escuchamos guitarras contundentes, con riffs agresivos, pero sobre todo escuchamos a un Neil Turbin bastante en buena forma vocalmente hablando y que sinceramente ha logrado educar y entrenar su voz a tal grado que sería un digno rival simlos pusiéramos a competir con Belladonna o con el mismo John Bush. Incluso muchos hemos llegado a creer que Turbin hubiera hecho un mejor papel que Bush en la época en que se grabó “Sound of White Boise” (1993) de la banda Anthrax. Un destacado trabajo que supera incluso al que Belladonna sacara en solitario y que lamentablemente quedó en el olvido y sepultado por las densas arnas del tiempo, pero que sin lugar a dudas fue también pieza clave en la fundación y creación de un proyecto que hasta el día de hoy es recordado con mucho cariño. El disco contiene 14 temas cosa que no apruebo mucho ya que lo hace un poco cansado de escuchar de los cuales destacan: “Cut to th chase”, “What you can’t control”, “Keep the fire", “Rat race”, el cover de AC/DC “Touch too much”, “Dog eat everything” y “Piece of me”. El disco salio a la venta el 16 de enero del 2003 bajo el sello de Metal Mayhem records.


Calificación: 8 de 10 puntos.

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