ANGRA – ANGELS CRY - 1993
Innovador, adelantado a su tiempo, genial, portentoso, de lo mejor que se ha grabado en power metal, un clásico de clásicos de todos los tiempos. En aquellos años, el power metal estaba apenas en pañales y muchas bandas que intentaban copiar el sonido de Helloween o de tomarlo y modificarlo y haciéndole ajustes como ponerle y quitarle elementos que lo diferencien de otras bandas que estaban empezando a darse a conocer en ese entonces, por lo que Angra fue una de ellas. Hasta donde yo recuerdo, en este entonces las bandas que estaban en boga digámosle así eran Helloween que estaba decayendo con su “Chameleon” (1993), Gamma Ray, Blind Guardian quienes estaban desarrollando su estilo y Stratovarius quienes aún no tenían en sus filas al genial Timo Kotipelto, por lo que todavía no cuajaba su sonido tal y como lo conocemos ahora, por lo que el debut de esta banda brasileña causó un gran revuelo ya que su propuesta era hasta ese entonces nueva, fresca y nunca antes escuchada, es decir, no se había grabado nada semejante hasta ese entonces. Muchos puristas opinan que este es el mejor disco de Angra y la verdad, yo también lo creo, pues con pocos elementos técnicos, además de que la producción era relativamente buena, y a pesar de que la calidad de grabación no permitió que se aprecie bien su estilo como debe de ser y con una portada también sencilla, marcaron un despegue sin freno (o al menos eso creí en ese entonces) hacia las almenas del castillo de la fama mundial. A esta banda yo la conocí un par de años después de que sacaran este CD en el desaparecido programa Headbangers Ball de MTV en su versión latina y aunque “Carry on” no es precisamente el mejor tema de este disco, me dio curiosidad por escuchar los demás temas, ya que por recomendaciones de un amigo prácticamente corrí a la tienda de discos de moda en ese entonces en esta ciudad blanca y mis oídos se sorprendieron con lo que escucharon: 10 temas poderosos, potentes, bien ejecutados, con arreglos y riffs de guitarra muy buenos pero que notaban que requerían de mejor pulimiento, pasajes orquestales de estilo barroco-sinfónico muy de la época renacentista, solos de guitarra muy buenos pero fuertemente orientados al shredding (se notaba la fuerte influencia de Malmsteen y Petrucci) y sobre todo, la gran voz de Andrè Matos quien era la columna vertebral de Angra. El disco reitero, es sorprendente y un hoy después de 17 años de haberse grabado sigue sorprendiéndome y gustándome y deleitando mis tímpanos ya que éste es de los pocos discos que pueden darse el lujo de ser de los revolucionarios y aportadores del metal, los que le dieron la forma que hoy conocemos y que sobre todo contribuyeron a consolidar un sonido que ahora ha sido sobreexplotado al punto de la casi extinción. El disco contó con la participación de Kai Hansen, Sascha Paeth y de Dirk Slachter en la grabación de los solo de guitarra en el tema “Never undestand”. Alex Holzwarth, baterista de Blind Guardian y de Rhapsody of Fire grabó 9 de los 10 temas pues en el tema “Wuthering heights” toco la bataca el entonces baterista de Gamma Ray Thomas Nack. Lamentablemente Ricardo Confessori por motivos de salud no participó en la grabación de este disco, aunque sí aparece su nombre en los créditos. El disco fue relanzado en 1999 bajo el sello de Century Media records e incluyó 3 temas extra: “Evil warning” con diferente letra: “Angels cry” remezclado y “Carry on “ remezclado también. El disco contiene 10 temas de los cuales todos destacan, pus todos están igual de geniales y si tienes oportunidad de conseguir ya sea la edición remasterizada o la original, no te arrepentirás.
El disco salió a la venta en 1993 (ni tengo la fecha exacta) bajo l sello de Sising sun productions.
Calificación: 10 de 10 puntos.
Innovador, adelantado a su tiempo, genial, portentoso, de lo mejor que se ha grabado en power metal, un clásico de clásicos de todos los tiempos. En aquellos años, el power metal estaba apenas en pañales y muchas bandas que intentaban copiar el sonido de Helloween o de tomarlo y modificarlo y haciéndole ajustes como ponerle y quitarle elementos que lo diferencien de otras bandas que estaban empezando a darse a conocer en ese entonces, por lo que Angra fue una de ellas. Hasta donde yo recuerdo, en este entonces las bandas que estaban en boga digámosle así eran Helloween que estaba decayendo con su “Chameleon” (1993), Gamma Ray, Blind Guardian quienes estaban desarrollando su estilo y Stratovarius quienes aún no tenían en sus filas al genial Timo Kotipelto, por lo que todavía no cuajaba su sonido tal y como lo conocemos ahora, por lo que el debut de esta banda brasileña causó un gran revuelo ya que su propuesta era hasta ese entonces nueva, fresca y nunca antes escuchada, es decir, no se había grabado nada semejante hasta ese entonces. Muchos puristas opinan que este es el mejor disco de Angra y la verdad, yo también lo creo, pues con pocos elementos técnicos, además de que la producción era relativamente buena, y a pesar de que la calidad de grabación no permitió que se aprecie bien su estilo como debe de ser y con una portada también sencilla, marcaron un despegue sin freno (o al menos eso creí en ese entonces) hacia las almenas del castillo de la fama mundial. A esta banda yo la conocí un par de años después de que sacaran este CD en el desaparecido programa Headbangers Ball de MTV en su versión latina y aunque “Carry on” no es precisamente el mejor tema de este disco, me dio curiosidad por escuchar los demás temas, ya que por recomendaciones de un amigo prácticamente corrí a la tienda de discos de moda en ese entonces en esta ciudad blanca y mis oídos se sorprendieron con lo que escucharon: 10 temas poderosos, potentes, bien ejecutados, con arreglos y riffs de guitarra muy buenos pero que notaban que requerían de mejor pulimiento, pasajes orquestales de estilo barroco-sinfónico muy de la época renacentista, solos de guitarra muy buenos pero fuertemente orientados al shredding (se notaba la fuerte influencia de Malmsteen y Petrucci) y sobre todo, la gran voz de Andrè Matos quien era la columna vertebral de Angra. El disco reitero, es sorprendente y un hoy después de 17 años de haberse grabado sigue sorprendiéndome y gustándome y deleitando mis tímpanos ya que éste es de los pocos discos que pueden darse el lujo de ser de los revolucionarios y aportadores del metal, los que le dieron la forma que hoy conocemos y que sobre todo contribuyeron a consolidar un sonido que ahora ha sido sobreexplotado al punto de la casi extinción. El disco contó con la participación de Kai Hansen, Sascha Paeth y de Dirk Slachter en la grabación de los solo de guitarra en el tema “Never undestand”. Alex Holzwarth, baterista de Blind Guardian y de Rhapsody of Fire grabó 9 de los 10 temas pues en el tema “Wuthering heights” toco la bataca el entonces baterista de Gamma Ray Thomas Nack. Lamentablemente Ricardo Confessori por motivos de salud no participó en la grabación de este disco, aunque sí aparece su nombre en los créditos. El disco fue relanzado en 1999 bajo el sello de Century Media records e incluyó 3 temas extra: “Evil warning” con diferente letra: “Angels cry” remezclado y “Carry on “ remezclado también. El disco contiene 10 temas de los cuales todos destacan, pus todos están igual de geniales y si tienes oportunidad de conseguir ya sea la edición remasterizada o la original, no te arrepentirás.
El disco salió a la venta en 1993 (ni tengo la fecha exacta) bajo l sello de Sising sun productions.
Calificación: 10 de 10 puntos.
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