sábado, 16 de abril de 2011

CARCASS – SWANSONG – 1995





CARCASS – SWANSONG – 1995




Dicen que todas las grandes bandas de metal tienen en su carrera un álbum negro en alusión clara al trabajo homónimo de Metallica que dejó sorprendido a más de uno, cuyos oídos castos, acostumbrados a las guitarras altamente distorsionadas y amplificadas, no podían creer lo que escuchaban en ese entonces. Algo similar pasó con esta banda británica pionera junto con Napalm Death del movimiento grindcore de finales de los ochenta y principios de los noventa del siglo pasado. Después del glorioso “Heartwork” (1993), el cual es considerado hasta hoy como el parte aguas del death metal técnico y melódico, así como el patrón a seguir para quienes pretendan tocar estos estilos, muchos creíamos que el siguiente disco iba a ser aún más glorioso o mínimo igualaría o emparejaría con éste. ¡Oh decepción! Después de esperar dos años para adquirirlo a un precio bastante alto por cierto, corrí a la tienda de discos cercana (relativamente) a mi domicilio y compré este CD. Las ansias me comían y tan pronto había llegado a mi casa, encendí el estéreo y coloque mis audífonos y el disco en la bandeja. Nomás escuchar el primer riff, ya me imaginaba con lo que me iba a encontrar; pero mis inmaduros oídos no terminaban de aceptar y entender lo que ahora para mí es otro portento del metal. Incomprendido, sí, pero trascendente. La salida de Michael Amott para empeñarse en su proyecto Arch Enemy, fue una situación que dejó al grupo inestable y sin manera aparente de retomar lo que habían dejado con “Heartwork”. Al parecer la ligereza progresiva de su sonido se debió a los experimentos que Amott estaba haciendo dentro del sonido y la estructura de Carcass, haciendo que esta banda fuera por horizontes ni siquiera imaginados por ellos y que con el tiempo, serían reconocidos como una de las bandas innovadoras e imaginativas y revolucionarias del metal en general. “Swansong” es un disco que refleja lo escrito en estas últimas líneas. El ingreso de Carlos Regadas, quien es un verdadero desconocido y de quien hasta ahora no se sabe nada, aportó el reemplazo en la guitarra de Amott y dejó su sello personal, quien para los solos, presenta una destreza muy similar a su colega, por lo que muchos ni siquiera notaron el cambio hasta que leyeron el libro interior. Con todo esto, este material además presenta una excelente producción, una grabación impecable aunada a los arreglos musicales muy cercanos al heavy metal, solo que interpretados con guitarras de siete cuerdas. (Recordemos que lo destacado del “Heartwork” es el hecho que Carcass fue la primera banda de death metal, que además de inventar prácticamente el death metal melódico, utilizara guitarras de siete cuerdas que en ese entonces no eran manejadas todavía como un recurso auditivo para darle nuevos bríos a los riffs de guitarra.) La voz de Bill Steer suena templada. Los growlss son los adecuados y exactos sin caer en exageraciones pues de alguna manera, supo darles el matiz adecuado necesario para equilibrarla con los arreglos de la música. Los solos de guitarra son excepcionales. Te dejan abobado. Demuestran que melodía y técnica no tienen por qué estar enemistadas y eso sí, están muy lejos de ser shredderos. Lo que nos demuestran es más que suficiente. Ken Owen es un maestro de la batería. Indudable. Solo les puedo decir que si tienen mente abierta y desean conocer el disco que terminó con la carrera de estos chamacos y los orilló a disolverse, lo consigan de cualquier manera. Al menos en mis manos tengo la primera edición de 1995 y no 1996 como quieren hacernos creer. No es lo mejor de Carcass, pero nos muestra el intento de evolucionar que esta banda persiguió durante esos años. El disco contiene 12 temas de los cuales destacan: “Keep on rotting in the free world”, “Tomorrow belongs to nobody”, “Cross my heart”, “Room 101”, “Generation hexed” y “Go to hell”. Existte una edición especial de dos discos, la cual e, el rimero están las primeras once canciones y en el segundo disco vienen los temas “Go to hell” y “Emotional flatline”. La edición japonesa contiene el tema extra “Death rider da” con el productor Colin Richardson en las voces. En el 2008 salio a la venta una reedición en disco híbrido (DVD + CD) digipack y de lujo con el arte expandido y una calcomanía gratis. También contiene un documental en cinco partes llamado “The patologist report” como un material extra de video más la canción “Death rider da”. El disco salió a la venta el 30 de junio de 1995 bajo el sello de Earache records.



Calificación: 8 de 10 puntos.

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